AMLO celebra que EU ya no opine sobre reforma judicial

El presidente señala que ya va una semana sin opiniones del embajador Ken Salazar sobre el tema; aclara que las relaciones con EU y Canadá continúan con normalidad.

Fernando Ugalde
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Foto: Gobierno de México
Foto: Gobierno de México

El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró hoy que Estados Unidos haya dejado de opinar sobre la reforma al Poder Judicial y reiteró que ningún país debe entrometerse en asuntos que solo corresponden a los mexicanos.

“El hecho de que ellos ya no estén opinando sobre el tema de la reforma judicial en México lo veo como una política de responsabilidad, de prudencia”, dijo el mandatario tras resaltar que ya pasó una semana sin declaraciones al respecto.

En su conferencia de este lunes, señaló que no ha habido comunicación con el embajador Ken Salazar o algún otro diplomático estadounidense, pero reiteró que “no están rotas las relaciones” con el vecino país del norte.

“Ha pasado como una semana y no hay declaraciones sobre el tema. Nosotros celebramos eso porque ese es el propósito, que ningún país extranjero, de cualquier signo político ideológico, intervenga en asuntos que solo corresponden a los mexicanos”, recalcó.

López Obrador consideró que “permitirlo es aceptar que violen nuestra Constitución y que no somos un país libre y soberano. Afortunadamente han actuado con mucha prudencia después de ese pronunciamiento y espero que las cosas vayan mejorando”.

El pasado 26 de agosto, el embajador Salazar afirmó que abrir la elección de jueces, ministros y magistrados al voto popular pondría en riesgo los acuerdos políticos y comerciales de México con Estados Unidos.

En respuesta, el presidente López Obrador puso en pausa la relación con la Embajada de Estados Unidos y también con la de Canadá, país que se sumó a la postura estadounidense.

A pregunta expresa sobre si este intervencionismo tiene que ver con las elecciones en Estados Unidos, el mandatario respondió afirmativamente porque, dijo, en todos lados se cometen imprudencias cuando hay elecciones.