Adiós a la última loma verde de Lomas Verdes, en Naucalpan

El complejo residencial Terralago contempla más de mil 500 viviendas y al menos 15 torres condominales junto a la Presa Madín; vecinos lograron suspensión temporal tras interponer un amparo.

Fernando Ugalde
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Foto: Mexiquense Noticias
Foto: Mexiquense Noticias

La construcción del complejo residencial Terralago, cuyas obras tuvieron que detenerse esta semana debido a un amparo, está terminando con la última loma verde de Lomas Verdes, en los límites de Naucalpan con Atizapán de Zaragoza.

Desde principios de este 2024, las máquinas comenzaron a trazar las calles del nuevo fraccionamiento en la cima de El Cerrito, un área natural que permanecía virgen en el costado sureste de la Presa Madín y su planta potabilizadora de agua.

Se trata de un megaproyecto de Fortem Capital, especializada en centros comerciales, hospitales, hoteles y fraccionamientos, que en este caso incluye más de mil 500 viviendas y al menos 15 torres condominales en una zona ya de por sí saturada.

El Cerrito cobró notoriedad entre 2004 y 2007, cuando vecinos y grupos ambientalistas trataron de impedir la construcción del centro comercial La Cúspide y la urbanización que desde entonces estaba planeada.

El primer proyecto sí se construyó, pero lograron detener el segundo, aunque los futuros accesos vehiculares quedaron avanzados y el predio custodiado y cercado por más de 15 años.

Varios gobiernos municipales pasaron, hasta que ahora fue autorizada la construcción de Terralago, en el segundo trienio de Angélica Moya, quien ya había gobernado Naucalpan entre 2003 y 2006.

En junio de 2021, el proyecto fue presentado formalmente al entonces gobernador mexiquense Alfredo del Mazo.

El inicio de las obras fue polémico, aunque las protestas no han tenido la intensidad de antaño. Por el contrario, diversas notas publicitarias han aparecido en redes sociales locales resaltando el bajo impacto ambiental que, afirman, tendría la construcción en esta área verde.

El panorama en El Cerrito ha cambiado poco a poco, al igual que en los cerros que rodean a la Presa Madín.

El ruido de la maquinaria, el paso de camiones con materiales de construcción y el polvo en tiempo de sequía, fueron las novedades para quienes transitan por la zona.

Ahora, con las lluvias de julio y agosto, el camino a la presa se ha visto afectado con el lodo que resbala de las partes excavadas, algo que no ocurría antes porque los árboles, el pasto y la demás vegetación lo impedían.

En un recorrido hecho por Mexiquense Noticias, se observa la maquinaria y camiones detenidos en la parte alta de El Cerrito, lo que contrasta con la intensa actividad que habían tenido en los meses anteriores.

Ello se debe a un amparo promovido por vecinos ante el Juzgado Cuarto de Distrito del Estado de México, con los argumentos de impacto ecológico negativo, falta de agua y aumento de la saturación vial.

 

Además, habitantes de otras zonas de Naucalpan también se han inconformado, pues denuncian que con la construcción de Terralago sería enviada a ese fraccionamiento agua de los pozos de Tecamachalco y El Molinito.

La constructora por su parte ha señalado que perforará dos pozos, uno para garantizar el abasto de sus residentes y otro para ser donado al organismo de agua de Naucalpan, aunque el predio se ubica en una zona de veda hidrológica.

Mientras la suspensión temporal continúa vigente, los miles de conductores que circulan rumbo a Atizapán o la Autopista Chamapa-Lechería, observan cómo de las antiguas Lomas Verdes solo está quedando el nombre.

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